Falleció ayer a los 74 años de edad.
Tras la muerte
del verbo y la palabra,
se diluyen las preguntas,
estallido de la sangre en la memoria.
Solo me quedan el sentimiento,
la intuición y el recuerdo que no necesitan las palabras,
solamente tu imagen.
Recuperados el verbo y la palabra,
también te nombro: Mikel.
Tu familia y amigos te recordamos con todo el cariño.
La familia agradece las numerosas muestras de cariño y afecto recibidas y comunican a sus amistades que la despedida se realizará en la intimidad familiar.