Falleció en Donostia, el 29 de marzo de 2012, a los 63 años de edad
Su viuda, hijos, nietos y hermanos agradecen las muestras de cariño recibidas durante estos 10 años y ruegan una oración por su alma.
“Sin ser visto ni escuchado, caminas a nuestro lado cada día; te tenemos siempre cerca y sigues vivo en nuestros corazones.
Beti gure bihotzetan, maite zaitugu”.