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El último grande de La Unión

El último grande de La Unión 1

La Unión es probablemente el municipio con la idiosincrasia más singular de la Región de Murcia, fruto de ese carácter minero y flamenco que ha definido su historia y conformado el acervo cultural de sus gentes. Y a ese iter contribuyeron de forma decisiva durante la segunda mitad del siglo XX un grupo de hombres extraordinarios en los que, entre otros, podríamos citar a Asensio Sáez, Pascual García Mateos, Pencho Cros, Antonio Fernández, Eleuterio Andreu y, por supuesto, Esteban Bernal Velasco.

Con la pérdida de Esteban, curiosamente el día que cumplía 92 años, se cierra el ciclo vital de ese conjunto de personas que desde sus tribunas institucionales, docentes, periodísticas o artísticas impulsaron la creación de la leyenda de la ciudad que un día fue alucinante. Y es que con él, por desgracia, se nos ha ido el último de los grandes de La Unión.

Por cuestiones del destino, Esteban nació en La Aldea, caserío sito en la vertiente cartagenera del emblemático Cabezo Rajao, si bien toda su vida transcurrió en La Unión, donde desarrolló su profesión de facultativo de minas. Casado con Mercedes, la mujer de su vida, formaron una familia ejemplar, muy querida y respetada en nuestra localidad. De su matrimonio nacieron cuatro hijas y un hijo, quienes tras sus respectivos matrimonios la aumentaron hasta alcanzar los 21 nietos y 20 bisnietos.

Sin duda, el legado imperecedero de Esteban Bernal para su municipio lo encontramos durante su etapa al frente de la alcaldía, que tuvo lugar entre los años 1961 y 1972. Porque es evidente que su nombre quedará grabado para siempre con letras de oro, no solo en los anales de La Unión, sino en la cultura en España, pues fue el fundador del certamen de flamenco más importante del mundo, el Festival Internacional del Cante de las Minas.

Cierto es que la mecha la prendió Juanito Valderrama, al igual que fueron Asensio Sáez y Pedro Pedreño los que la mantuvieron viva, pero quien tomó la decisión de encender el castillo de fuegos artificiales que lleva alumbrando más de seis décadas el panorama jondo a nivel mundial no fue otro que el alcalde Esteban Bernal. Por ello, unionenses en general, y cabales en particular, nunca podremos estar lo suficientemente agradecidos a su figura.

Y lo hizo contra viento y marea, haciendo frente a las críticas de quienes le echaban en cara que dedicara dinero a la cultura en unos tiempos todavía de muchas penurias, pese a lo cual él jamás dio un paso atrás y siempre se mantuvo firme en su decision. Sin duda fue un hombre clarividente, pero como nos decía, su amor al flamenco y a nuestros cantes fueron decisivos en que su ánimo nunca flaqueara. Y visto está el acierto de su empeño.

A modo de anécdota, y movido por que no se perdieran los palos mineros, citaremos que siendo alcalde llegó a grabar un disco como cantaor en 1967, editado por la casa Belter y en el que estuvo acompañado a la guitarra por su amigo Antonio Fernández.

Pero su labor política fue mucho más allá, pues hombre decidido como era, durante su mandato consiguió traer el agua potable del Taibilla a La Unión, acontecimiento sin duda trascendental para aumentar la calidad de vida de sus vecinos. E igualmente debemos recordar que fue el primer regidor que se opuso al atentado ambiental que se perpetraba contra la Bahía de Portmán, luchando desde la Corporación para que cesaran los vertidos e incluso pleiteando hasta en el mismísimo Tribunal Supremo en pos de dicho objetivo.

Hijo Adoptivo

Muchos años después de su retiro de la vida pública, y siendo yo ya alcalde, tuve el honor de hacerle justicia, promoviendo sus nombramientos como Hijo Adoptivo de La Unión y como Castillete de Oro del Cante de las Minas, las mayores distinciones institucionales que pueden otorgar tanto nuestro Ayuntamiento como nuestro Festival. De bien nacidos es…

FRANCISCO  POZO  RAMIREZ
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